El primer aparato de reproducción de sonido fue el fonógrafo, patentado por su inventor Thomas Alva Edison en 1877, quien pensó en su invento más que nada como una ayuda para tomar dictados u otros usos de trabajo pero no para escuchar música. El fonógrafo utilizaba un cilindro para grabación y reproducción, llevando las orquestas a los hogares de las personas de la época.
Luego, en 1888 fue Emile Berliner quien patentó el gramófono, que era muy similar al fonógrafo, solo que en lugar de un cilindro utilizaba un disco de pasta, cuya desventaja más notable era que se rompía fácilmente con pequeños golpes.
A comienzos del siglo XX se lograron discos con mayor resistencia, mejor sonido y mejores materiales, como el disco de plástico, de metal, y el acetato o vinil. También en este tiempo se logra poner electricidad a los gramófonos, que hasta entonces eran movidos por cuerda mecánica y velocidad variable, y se estandariza la velocidad entre 77.8 y 78.2 rpm.
En los 40 ya era común ver “tocadiscos” en los hogares, que eran muebles grandes e incluían también una radio. En los 70 cuando aparece el cassette de vuelve 3 aparatos en 1 y cambia notablemente la apariencia de los equipos haciéndose más compactos, pasando a los CD hasta los pequeños reproductores MP4 audiovisuales.
En una segunda parte contaremos como volvió y como es el tornamesas el día de hoy.
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